lunes, 20 de enero de 2014

Sal con una chica que lee

Hace unos días leí este fragmento de Charles Warnke, "Sal con una chica que no lee", en la que invita al lector a no complicarse mucho la vida eligiendo a una chica con la que tener una casa e hijos idílicos en una vida idílicamente vacía. Esta es mi respuesta:

Sal con una chica que lee, no tienes por qué dar con ella en una biblioteca. Quizá algún día salga con los lobos de la noche disfrazada de fácil presa, maquillada hasta la punta de los pies y con una sonrisa congelada. Cuando te acerques a ella y digas "Hola" se derrumbará la máscara para delatar las letras con las que esa mirada ha llorado, reído y soñado. No te atreverás a besarla de buenas a primeras porque temes no estar a la altura de los héroes y villanos que la han acompañado durante largas noches.



Sal con una chica que lee y conquístala con detalles tan pequeños como la letra de sus libros. No piden extravagancias en forma de anillo ni que les regales flores todos los días pero te invitarán a que las acompañes en la cata de un nuevo sabor desconocido. Reclamarán el amor incondicional que han leído en Shakespeare y que te sumerjas con ella en reflexiones sin respuesta.  

Sal con una chica que lee pero no esperes convertirla en mujer encerrándola en un piso de cuatro paredes. Quieren cogerte de la mano y que formes parte de una vida digna de ser narrada; que seas, con ella, protagonista de la aventura más grande jamás contada. No verás volcanes ni faraones pero sí estrellas e innumerables puestas de sol. Como un pirata cabezota recorrerá mar y tierra hasta encontrar el gran tesoro de la vida y cuando lo haga lo arrojará al mar para continuar su viaje. Para una chica que lee nada es suficiente porque todo es infinito.

Sal con una chica que lee, la maleta siempre pesará demasiado porque en ella se alojarán Camus, Hemingway y algún que otro libro de juventud. Pregúntale con qué páginas soñó más durante su niñez y conocerás el por qué de su persona. La curiosidad se la debe a Enid Blyton, el humor a Elvira Lindo o las viñetas de Ibáñez y esa magia que la rodea, a Harry Potter.

Sal con una chica que lee, mantendrá tu espíritu joven y vivo hasta la última página.








domingo, 12 de enero de 2014

10 canciones para superar la época de exámenes

Corren malos tiempos para los Bolonios. Después de pasarnos todas las navidades planeando estudiar nos damos cuenta de que ya es enero y de que los exámenes cuatrimestrales han comenzado. Ante la inminente crisis propongo dos soluciones: volverse histérico o dar todo lo posible para superar el chaparrón. Considero que la segunda opción es más factible que pasar una semana con remordimientos de conciencia. Cada vez que el fantasma de la ociosidad o del "no lo vas a lograr" te hagan una visita (que lo harán), hazlos desaparecer con estas diez propuestas.


1- Jump (Van Halem): ¡Salta, grita y desahógate! Demasiado estrés acumulado. No hay como empezar con buen pie.



2-Ain´t No Mountain High Enough (Marvin Gaye & Tammi Terell): ninguna montaña de apuntes es demasiado alta y ningún exámen es imposible. Respira hondo y comienza porque una vez te pones, el resto va rodado.




3- Don´t Stop Me Now (Queen): eres una bomba atómica a punto de explotar y te desplazas a la velocidad de la luz. Nada puede pararte en el inexorable camino de fin de exámenes. Coge carrerilla que queda poco.





4- Fields of Athenry (interpretada por los Dropkick Murphys): Mundial de Fútbol 2012, España contra Irlanda. Sabiendo que su equipo iba a ser eliminado, los aficionados irlandeses comenzaron a cantarla para animar a su equipo, pues es un himno para esta selección. Vaaaaaale, perdieron pero ¿A que mola el tema?





5- Podemos (España, Eurocopa 2008): con los de la Roja la cancioncilla dio resultado ¿Por qué no contigo? 




6-Tú mismo (Warcry): "nada hay bajo el sol que no tenga solución nunca una noche venció a un amanecer". Repítelo mentalmente todo lo que puedas, ninguna prueba es el fin del mundo y apuesto a que has superado situaciones peores. 



7- Shosoloza (Invictus soundtrack): así como motivó a los protagonistas de esta película a ganar el mundial de rugby de 1995, te ayudará a estudiar al 110% antes de salir al campo y poner el marcador en sobresaliente. 


8- Eye of the Tiger (Survivor): a entrenarse para esa asignatura tocha como de la pelea más importante de tu vida se tratara. Cuando subas al ring con la única compañía de un boli y tu cerebro no habrá amigos que te ayuden, solo serás tú contra el papel. Arréale un buen golpe de derecha.


9-The Final Count Down (Europe): apenas quedan horas para el último, ya puedes contar cuántos minutos quedan para despedirte de los exámenes hasta mayo/junio. Imposible quitarse el comienzo y el "is the final count down" de la cabeza.




10-One Final Efford (Halo 3): pues eso, un último esfuerzo campeones, que no queda nada para pegarse la juerga de fin de exámenes. 


viernes, 3 de enero de 2014

Año nuevo, propósitos nuevos que no piensan cumplirse

Comenta mi amiga y compañera Diana Acosta que la vida se sirve en lotes de 365 días y que pretendemos que estos cambien por arte de magia de una tanda a otra; que porque el año haya aumentado en una cifra no quiere decir que este vaya a ser mejor sin que movamos un dedo. Creemos que por hacer una lista inabarcable de propósitos vamos a cumplirlos todos. Muchos se convertirán en papel mojado, la cosa es decidir cuáles.

Queremos  dejar de fumar, beber menos, comer más sano, ir al gimnasio, dedicar más horas de estudio...y qué más. A la semana volverás a casa con una resaca del copón después de haberte zampado un kebab a las cuatro de la mañana y el día siguiente, te lo tomarás de descanso. Vas a ponerte a estudiarte la parrafada con este dolor de cabeza...

Propongo que tires a la basura esa lista de propósitos que cada año repites y elabores una nueva: viajar, conocerte a ti mismo, decir más "SÍ" y menos  "NO", atreverte a cambiar lo que no te gusta, a saber esperar, a plantearte el sentido de tu vida y encontrarlo, a hacer el friki, bailar en la habitación y cantar en la ducha, no temer lanzarse al abismo sin cuerda... 

No sé, a mi me parece mucho más realista y apetecible que estar un año a base de verduritas. Ya quemaré las calorías riéndome.

Feliz 2014 :D


miércoles, 18 de diciembre de 2013

La cultura de la impaciencia

Nos ponemos nerviosos cuando el camarero tarda más de diez minutos en servirnos la comida, cuando la cola avanza demasiado despacio y cuando la persona que nos gusta tarda más de la cuenta en contestarnos por WhatsApp; queremos todo demasiado rápido: nos enamoramos en dos semanas y nos desenamoramos en una. Pase lo que pase la vida de los demás siempre parecerá más interesante que la nuestra y en vez de alegrarnos, caeremos en la envidia barata y ansiaremos a toda costa que nos pase algo que contar. 

En vez de vivir el momento tratamos de engullirlo como si de un Bic Mac se tratase y para cuando te limpias el Ketchup de la boca, quieres un helado. Te sacías pero a la hora, tienes más hambre. Los pantalones se te rompen y en vez de zurcirlos, compras unos nuevos. En la sociedad del consumo todo pasa demasiado rápido para saborearlo: los turistas se detienen ante el David de Miguel Ángel durante unos segundos porque quieren salir de una vez del museo a comer espaguetis y en Coliseo Romano ¡Qué calor! Menos mal que la visita duró poco. 


Siempre corriendo y con prisas ¿Es que no nos paramos?


Queremos que todo salga bien a la primera, ganar un buen sueldo nada más salir de la Universidad, tener un coche caro y encontrar al amor de nuestra vida con solo chasquear los dedos. Cada vez nos olvidamos menos de la palabra ESPERAR y, sobre todo en estos ejemplos, TRABAJAR y ESFORZARSE. Viajero no es el que se ha visto la ciudad en un día, enamorarse no es lo mismo que amar y para poder ganarte los cuartos hay que haber servido unos cuantos cafés (no necesariamente de vainilla).

viernes, 13 de diciembre de 2013

Diferencias entre querer a alguien y ser adictos al enamoramiento, por Erich Fromm

¡Buenas! Simplemente quería compartir con vosotros este texto de Erich Fromm, un filósofo/sociólogo/psicólogo de la Escuela de Frankfurt que trató de teorizar el estudio del amor; sentimiento que para él era "todo un arte": 

"Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien sentimos atraídos y dejamos caer a el o ella las barreras que nos separan de los demás. Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos  y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fín, hicimos una conexión con alguien. Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia. Dentro de ti se producen unas sustancias llamadas endorfinas.  Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y atontados.

El famoso "feeling"

Cuando estamos enmorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo. Esa es la diferencia entre enamoramiento y el amor.

Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados ¿Que?

Así es, El amor requiere conocer a la persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación. 

No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario, es maravilloso. Sin embargo, es solo el principioMuchas personas son adictas a estar enamorados.Terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido alguien nuevo desaparece; cuando empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no era tan perfecta como pensaban.

Mentiros@ el que no derramase una lagrimita al conocer la verdadera historia de Severus Snape


El verdadero amor no es ciego.Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarle a superarlas. Al mismo tiempo esa persona ve sus propios defectos y los entiende. El amor verdadero esta basado en la realidad, no en un sueño de que encontrastes a tu príncipe azul o a tu princesa encantada.

Encontraste a tu alma gemela, pero también los gemelos discuten y también tienen diferencias. Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla. El amor es una decisión consciente.

Muchas veces conocemos personas que dicen que se enamoraron de alguien y que no puede evitarlo. ¿Que se supone que es una cuestión de suerte? ¿Que se supone que amamos por arte de magia?¿Que se supone que alguien mas tiene poder sobre nosotros?

No es cosa de ponerse TAN moñas pero el mensaje se capta.
  

De ninguna manera. Puedes sentir una gran admiración por alguien, puede desear tener una relación con alguien, puede estar muy agradecido por lo que alguien ha hecho por ti, pero....no le amas. El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos. Tú no puede samar a alguien que no te ama o que no se interesa en ti. El amor verdadero es recíproco."

Tooda la razón ¿No os parece?


jueves, 5 de diciembre de 2013

Wert Wars y Farenheit 451

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, un despiadado gobierno trataba de amansar a sus súbditos con medidas anti protesta, austeridad y muy mala leche. Como suele ocurrir, el emperador Sith de este recóndito lugar no era más que una marioneta del gran poder que, oculto tras él, movía los hilos del espectáculo que estaba dando aquel "país de pandereta". Entre sus consejeros se encontraba él, el calvo de la risa afilada y mirada asesina; la persona que se iba a encargar de que las futuras generaciones dejaran de dar la tabarra y hacer el perroflauta para dedicarse a "lo que necesitan" y no lo que quisieran.

Hablo, por supuesto, del Mojo Jo jo de la educación. El inigualable y distinguido señor José Ignacio Wert.


Así tiene que evolucionar un buen Sith.

Resulta que este despiadado villano leía todas las noches un libro escrito por Ray Bradbury titulado 'Farenheit 451'. Era su Biblia y gracias a él tenía todas las herramientas para planear un malévolo plan que implantaría poco a poco. Si los cachorros Sith no leen ni conocen nombres como Jean Jacques Rousseau, Oscar Wilde, John Stuart Mill o Henry David Thoureau, nunca pensarán por sí mismos. Aprenderán a ser los discípulos que todo gobierno desea. Sumisos e iguales. No vaya a ser que alguno salga rana y se convierta en Jedi.

Lo primero que hizo fue anunciar a sus conciudadanos que se dejaran de gilipolleces e invirtieran su futuro en algo útil: "en algo falla el sistema universitario si la mitad de los titulados son de Ciencias Sociales" dijo indignado. Muchos Soldados Imperiales aplaudieron entusiasmados dándole la razón, otros comenzaron a hacer maletas para largarse al planeta de los Ewoks, que seguro que les trataban y pagaban mejor.

Porque, claro. Hay demasiada gente preocupada por las letras, las ciencias sociales, las humanidades y las bellas artes. 

Tan simpático él...

Cuando consiguió sembrar la duda, atacó a la asignatura que tantos suspensos le dio en sus años de escolar: Filosofía. Si en 'Farenheit 451' dicen que leer vuelve diferentes y hace que la gente piense y tenga ideas, habrá que quitársela de en medio ¿No? Decidió que para no levantar sospechas cambiaría su condición de asignatura obligatoria para convertirla en opcional. Meses después la eliminó.

Literatura, Historia del Arte, Música, Historia y Plástica siguieron los mismos pasos. El malvado Ministro tardó pocos años en plantar su semilla. Los habitantes de aquel imperio solo tenían dos opciones: o convertirse en los Sith o Soldados Imperiales que todo gobierno desea o sacar la espada láser y cortar el brote de raíz.

La respuesta, una vez más, estaba en ellos. 




lunes, 25 de noviembre de 2013

¡Atrévete a soñar! (Somniare aude)

Corren malos tiempos para los soñadores; para los que invierten las horas de clase dibujando o haciendo ritmos con los pies; para el que escribe un poema a hurtadillas y para el que recita en silencio un guión. No están hechos para vivir de lo gris y rutinario sino de ellos mismos. Mientras teclean desde su oficina el lado creativo del cerebro se convierte en una explosión de ideas, colores y figuras que aún no han encontrado voz. Fantasean apuntando todo ello en una libreta pero cuando acaba la jornada en el cubículo y relee las notas en el metro, se le antojan una tontería.

Su arte solo choca con barreras: conocidos, amigos y sobre todo familia le recuerdan que lo suyo está bien como hobby pero que de eso no se vive. Como si no se naciera para crear sino asumir lo que ya existe. Otra cosa parece coartarle: no es el mejor. Por mucho que se esfuerce siempre encuentra a alguien que le supera. Justo esa es la coletilla de los que quieren que abandone sus ideas locas de artista y vuelva a sentarse en el cubículo. A ser alguien, el mejor, el que más dinero gana y el que contempla sus pinceles de refilón.

¿Saben qué? No me gustaría ser esa persona. Hay quien tiene la habilidad especial de aficionarme con cosas que, aparentemente, no tienen futuro; la destreza de no ser lo suficiente bueno para algunos ojos (un tanto) arrogantes. En el momento que sabes que has decepcionado a los que tantas veces te han repetido "de eso no se come" comprendes que estás comenzando a vivir tu propia vida. Tus errores y aciertos son solo tuyos, de nadie más. Sabes que necesitas un colchón y por eso, vas a la oficina y a clase sabiendo que el aburrimiento es la mejor fuente de inspiración. Haces que trabajas pero en realidad creas y cuando revisas los garabatos, solo tienes ganas de atreverte a hacerlo realidad y a soñar aún más.



Un día podrás vivir de lo que amas y eso está por encima de cualquier montaña de billetes.